SHIN CHAN
Como firme defensor y admirador de las mejores series de animación para adultos que parodian la realidad mejor que cualquier serie real (bueno, salvemos a "Frasier" y "Seinfeld" de momento) aqui en FENOMENARIO no puede faltar "Shin Chan", la serie japonesa más delirante y por asi decirlo, más occidental.
Los Nohara son una familia de clase media en la localidad de Kasukabe, prefectura de Saitama, no muy lejana del centro de Tokyo. En "Shin Chan" no hay transformaciones mágicas, peleas de monstruitos ni poderes mágicos, únicamente se ríe de forma sutil e irreverente de la vida cotidiana de una familia normal y de lo absurdo del mundo que nos rodea y las actitudes que tenemos a veces. Y quién mejor que un niño de 5 años para sacar los colores al más pintado. Ese es Shinnosuke Nohara, Shin Chan (una acotación común en Japón, trasladado a nuestro idioma sería como si a Juan le llamaran familiarmente Juanito, algo asi), un niño que de inocente tiene muy poco y sabe equilibrar su enorme tasa de ser espabilado y hacerse el tonto.
La terrible relación matrimonial de sus padres, con Misae, su madre, siendo una ama de casa irresponsable y vaga que para colmo le pierden las rebajas del centro comercial además de estar un tanto desquiciada con las conductas de Shin Chan que sabe como ponerla en evidencia y picarla aludiendo a su incipiente edad (aunque ella solo tenga 29 años). Y su padre, Hiroshi Nohara, un buen hombre trabajador de oficina, uno del montón que le gusta echar una canita al aire demasiado habitualmente tomando una cervezas de más (no es extraño que a veces venga borracho) rodeado de chicas de club de alterne. A Hiroshi le pierden las chicas jovencitas, lo que evidentemente enfurece a Misae, aun acomplejada por sus pequeños pechos, que hace de su matrimonio casi un suplicio aunque en el fondo (y no de un pozo) se quieran.
Pero en ellos no se queda la cosa, pues muchos coinciden en que "Shin Chan", creado por el dibujante Yoshito Usui en 1990 para los cómics de una modesta publicación y que 2 años despues se convertiría en serie de televisión, es la réplica nipona a "Los Simpsons", con las mismas dosis de mala leche aunque con un punto de vista ligeramente distinto. Y si "Shin Chan" quería parecerse a la familia amarilla tenía que tener detras a un elenco de personajes habituales más allá de su familia. Y ahi estan, pues la serie tambien se acerca a la extraña vida de los compañeros de escuela del pequeño Shinnosuke con Kazama, el típico niño listo de la clase que relativiza la vida como un adulto; Masao, el niño llorón que le da miedo cualquier cosa; Nené, la niña repipi del grupo, a la que le encanta jugar a "papás y mamás", un realista juego en el que los niños interpretan a los mayores sin escatimar en detalles como el divorcio; y Boo Chan, el rarito, un niño callado, inexpresivo y de reacción lenta que en ocasiones parece retrasado y que sin embargo con su voz grave sabe dar las ideas más coherentes y brillantes.
Tambien nos podemos sumergir en las relaciones de pareja veinteañeras con las profesoras de la escuela Futaba, la pelirroja y jovial Midori Yoshinaga, una alegre y buena trabajadora que mantiene una estable relación sentimental aunque la pierde la envidia con la otra profesora, Ume Matsuzaka, atractiva y sexy que seguramente no tendría problemas para encontrar novio sino fuera porque es una histérica y esta un poco loca, le saca de quicio cualquier cosa, sobre todo los "puntillazos" de Shin Chan, que le encanta meterse con ella.
Ahi muchos más como el director de la escuela, un buen hombre acomplejado por su aspecto físico que da lugar a muchos malentendidos y que solo basta decir que Shin Chan le llama "El Mafioso"; la vecina de los Nohara, que es la más cotilla del barrio; las inexplicables conductas de la dueña y la ayudante de la librería; Ai Chan, la nueva niña de la escuela, guapa y espléndida, millonaria, resabida y que lo tiene todo, lo que la convierte en odiosa; la señorita Agheo, una nueva profesora rematadamente tímida... y asi tantos otros que convierten en el mundo animado de Shin Chan más real que cualquier otro. Una serie imprescindible para reirse de la vida cotidiana. Shin Chan es una forma de vida.
[www.fenomenario.blogia.com]
Los Nohara son una familia de clase media en la localidad de Kasukabe, prefectura de Saitama, no muy lejana del centro de Tokyo. En "Shin Chan" no hay transformaciones mágicas, peleas de monstruitos ni poderes mágicos, únicamente se ríe de forma sutil e irreverente de la vida cotidiana de una familia normal y de lo absurdo del mundo que nos rodea y las actitudes que tenemos a veces. Y quién mejor que un niño de 5 años para sacar los colores al más pintado. Ese es Shinnosuke Nohara, Shin Chan (una acotación común en Japón, trasladado a nuestro idioma sería como si a Juan le llamaran familiarmente Juanito, algo asi), un niño que de inocente tiene muy poco y sabe equilibrar su enorme tasa de ser espabilado y hacerse el tonto.
La terrible relación matrimonial de sus padres, con Misae, su madre, siendo una ama de casa irresponsable y vaga que para colmo le pierden las rebajas del centro comercial además de estar un tanto desquiciada con las conductas de Shin Chan que sabe como ponerla en evidencia y picarla aludiendo a su incipiente edad (aunque ella solo tenga 29 años). Y su padre, Hiroshi Nohara, un buen hombre trabajador de oficina, uno del montón que le gusta echar una canita al aire demasiado habitualmente tomando una cervezas de más (no es extraño que a veces venga borracho) rodeado de chicas de club de alterne. A Hiroshi le pierden las chicas jovencitas, lo que evidentemente enfurece a Misae, aun acomplejada por sus pequeños pechos, que hace de su matrimonio casi un suplicio aunque en el fondo (y no de un pozo) se quieran.
Pero en ellos no se queda la cosa, pues muchos coinciden en que "Shin Chan", creado por el dibujante Yoshito Usui en 1990 para los cómics de una modesta publicación y que 2 años despues se convertiría en serie de televisión, es la réplica nipona a "Los Simpsons", con las mismas dosis de mala leche aunque con un punto de vista ligeramente distinto. Y si "Shin Chan" quería parecerse a la familia amarilla tenía que tener detras a un elenco de personajes habituales más allá de su familia. Y ahi estan, pues la serie tambien se acerca a la extraña vida de los compañeros de escuela del pequeño Shinnosuke con Kazama, el típico niño listo de la clase que relativiza la vida como un adulto; Masao, el niño llorón que le da miedo cualquier cosa; Nené, la niña repipi del grupo, a la que le encanta jugar a "papás y mamás", un realista juego en el que los niños interpretan a los mayores sin escatimar en detalles como el divorcio; y Boo Chan, el rarito, un niño callado, inexpresivo y de reacción lenta que en ocasiones parece retrasado y que sin embargo con su voz grave sabe dar las ideas más coherentes y brillantes.
Tambien nos podemos sumergir en las relaciones de pareja veinteañeras con las profesoras de la escuela Futaba, la pelirroja y jovial Midori Yoshinaga, una alegre y buena trabajadora que mantiene una estable relación sentimental aunque la pierde la envidia con la otra profesora, Ume Matsuzaka, atractiva y sexy que seguramente no tendría problemas para encontrar novio sino fuera porque es una histérica y esta un poco loca, le saca de quicio cualquier cosa, sobre todo los "puntillazos" de Shin Chan, que le encanta meterse con ella.
Ahi muchos más como el director de la escuela, un buen hombre acomplejado por su aspecto físico que da lugar a muchos malentendidos y que solo basta decir que Shin Chan le llama "El Mafioso"; la vecina de los Nohara, que es la más cotilla del barrio; las inexplicables conductas de la dueña y la ayudante de la librería; Ai Chan, la nueva niña de la escuela, guapa y espléndida, millonaria, resabida y que lo tiene todo, lo que la convierte en odiosa; la señorita Agheo, una nueva profesora rematadamente tímida... y asi tantos otros que convierten en el mundo animado de Shin Chan más real que cualquier otro. Una serie imprescindible para reirse de la vida cotidiana. Shin Chan es una forma de vida.
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2 comentarios
mari -
gabriela -